Mens sana in corpore sano
Al entrar en Bachillerato nos
planteamos medios para poder dedicar más tiempo a los estudios. Para ello,
muchas veces nos planteamos dejar otras actividades extraescolares como la
música o el deporte. Sin embargo, en la mayoría de los casos, estas actividades
pueden contribuir al rendimiento académico y mental.
Comencemos
hablando del deporte. El trabajo físico, aparte de ser un excelente medio para
mantenerse en forma, evitar enfermedades y pasar el tiempo libre, nos ayuda a
evitar el estrés y a reducir la ansiedad típicas de los cursos en los que nos
encontramos. Así, el deporte puede ser de vital importancia en épocas de
exámenes, ya que gracias a él se liberan tensiones y se relaja la mente,
facilitando el estudio.
Además,
el deporte es la manera más natural y sana para generar endorfina, también
conocida como “moléculas de la felicidad”. Por esa razón, en épocas en las que
nos cuesta más estar animados por la carga de los estudios o la presión de los
exámenes es cuando menos debemos abandonar la práctica del deporte. Es
preferible una buena organización del tiempo que permita hacer deporte a pasar
todo el día estudiando.
Otra
de las actividades que se suelen abandonar es la música. Y esto es también un
error, ya que la música nos proporciona gran cantidad de ventajas. El hecho de
que tocar un instrumento desarrolla áreas del cerebro que, de lo contrario, no
se desarrollarían está comprobado científicamente. Aunque los beneficios de la
música son mayores en niños de edades entre 6 y 10 años, tocar un instrumento
ayuda a reducir el estrés, potencia la atención, previene la depresión, facilita
la cooperación y los lazos afectivos entre personas e incluso fortalece nuestro
sistema inmunológico.
En definitiva, la clave para unos
buenos estudios no es matarse a estudiar sin parar ni un momento a descansar,
sino más bien organizar los días de manera que haya tiempo para realizar tantas
actividades beneficiosas, ya no sólo para la mente, sino también para el
cuerpo.
Citando, pues, a las Sátiras de
Juvenal, “Mens sana in corpore sano”.
Pedro Maciá Román

Maite López
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