Entrevista a Sor Inma, Sor Puri y Sor Ángela
Queremos agradecer la atención y el
tiempo que nos han dedicado , Dª Sor Inmaculada, Dª Sor Purificación y Dª Sor
Ángela para poder realizar este trabajo. Su labor en el centro no finaliza al
acabar las horas de clase, sino que continúa más allá, hasta el final del día. Nos han permitido conocer con mayor
profundidad sus vivencias personales en el Espíritu Vicenciano y nos han
revelado la vocación de servicio a los pobres, los desfavorecidos y los
enfermos, que pretenden trasladar y contagiar a toda la Comunidad Educativa a
través del Departamento de Pastoral del Centro.
ENTREVISTA A:
ENTREVISTA A:
Doña Sor Inmaculada Madrid Cuenca.
¿Por qué quiso ser Hija de la Caridad?
Porque Dios me llamó, en mi casa.
Los pobres han sido mi debilidad desde el Espíritu Vicenciano.
En qué momento y cómo surgió su vocación para ser Hija de la Caridad?
Cuando era joven y ayudaba a algún pobre me sentía bien por ello.
Así decidí ser Hija de La Caridad.
¿Qué significa para usted ser Hija de la Caridad?
Para mí significa “un todo en valores”, vivir el día a día con la palabra de Dios en el Espíritu Vicenciano.
¿Encontró apoyo familiar en su decisión de formar parte de las Hijas de La Caridad?
Mis padres siempre me han apoyado en la decisión de ser Hija de La Caridad.
“Las oportunidades se dan y hay que saberlas utilizar”.
¿Qué ha sido para usted lo más difícil como Hija de la Caridad?
Realmente no resulta nada difícil; pero por decir algo, tal vez sea no poder dar a los pobres todo aquello que ellos necesitan.
Yo me siento pobre entre vosotros, porque siempre aprendo algo de vosotros.
Defíname con un adjetivo calificativo a los siguientes Papas: Benedicto XVI, Juan Pablo II y Francisco.
Benedicto XVI: Equitativo. (“Dar a Dios o que es de Dios y a los pobres lo que es de los pobres.”
Juan Pablo II: Unificador.
Francisco: Reconciliador.
Si usted tuviera el poder de cambiar el mundo… ¿Cual sería?
El poder de dar la Felicidad a todas las personas.
ENTREVISTA A:
Doña Sor
Purificación Fernández Quijada.
¿Por qué quiso ser Hija de la Caridad?
Porque Dios me llamó. Es decir, he sentido lo que
llamamos “vocación”. Dios toca el corazón de algunas personas
y les invita a seguirle de una manera especial. Para mí es un regalo que dios se haya fijado en mí.
En qué momento y cómo surgió su vocación
para ser Hija de la Caridad?
En mi juventud, deseaba ser buena
cristiana, visitar a los enfermos, realizaba apoyo escolar a niños
desfavorecidos, daba catequesis… Después de estudiar mi carrera comencé a
trabajar con las Hijas de la Caridad y seguía teniendo el deseo de ser buena
cristiana. Por situaciones familiares, comencé a profundizar en las preguntas
sobre el sentido de la vida y descubrí esa llamada especial de Dios a ser Hija
de la caridad, en la cual, soy feliz.
¿Qué significa para usted ser Hija de la
Caridad?
Significa el “sentido de mi vida”: saber
que estoy respondiendo a lo que Dios quiere, en el día a día, sirviéndole a Él
en cada situación, en cada persona.
¿Encontró apoyo familiar en su decisión
de formar parte de las Hijas de La Caridad?
Yo tenía el apoyo familiar y el de las
Hijas de La Caridad.
¿Cómo se decide el valor vicenciano que se trabaja en el centro
anualmente?
Se decide a nivel de toda España.
¿Qué actuaciones del proyecto educativo
del centro desarrolla?
Soy Directora Pedagógica de ESO y
Bachillerato. Doy clases de Matemáticas en 3º y 4º de ESO, y Religión en 4º de
ESO 1º de Bachillerato.
¿Qué ha sido para usted lo más difícil
como Hija de la Caridad?
Lo más difícil como Hija de la Caridad,
fue encontrarme con una alumna que quería que le ayudase, ya que estaba
embarazada y su familia quería que abortase el bebé que llevaba en sus
entrañas.
Gracias a Dios, decidió no hacerlo y hoy
en día tiene consigo a su hijo.
Defíname con un adjetivo calificativo a
los siguientes Papas: Benedicto XVI, Juan Pablo II y Francisco.
Benedicto XVI: un gran intelectual y un
gran teólogo, en el cual se apoya el actual Papa Francisco.
Juan Pablo II: El papa de la valentía,
el que invita a los jóvenes a no tener miedo.
Francisco: un Papa asequible, cercano,
sensible a los pobres y con mucha apertura.
Si tuviera el poder de cambiar el mundo…
¿Cual sería?
El poder de “sanar a las personas de sus enfermedades.”
ENTREVISTA A:
Doña Sor Ángela
Prat Miró.
¿Por qué quiso ser Hija de la Caridad?
En principio, no quería ser monja, pero
yo tenía mi otra parte: leía La Biblia…y todo eso me llevaba a la Fe; quería
ser buena cristiana.
En mi colegio había hermanas (Hijas de
La Caridad) que tenían una actividad en la que ayudaban a los pobres e
invitaban a los niños a ayudarlas. Entonces fui y ayudé a esos niños, y cuando
salí pensé en meterme a Hija de La Caridad.
En qué momento y cómo surgió su vocación
para ser Hija de la Caridad?
Surgió ante ver una necesidad, y esa necesidad
era y es la de ayudar a los pobres.
¿Qué significa para usted ser Hija de la
Caridad?
Para mí significa un “compromiso” muy
serio con La Iglesia y con La Sociedad.
¿Encontró apoyo familiar en su decisión
de formar parte de las Hijas de La Caridad?
Mi padre no quería, y lo que viene
siendo el resto de mi familia sí quería.
¿Qué actuaciones del proyecto educativo
del centro desarrolla?
Yo ahora mismo, no tengo relación, ya
que ya no doy clase.
¿Qué ha sido para usted lo más difícil
como Hija de la Caridad?
La cosa más difícil como Hija de La Caridad, es ver a
los inmigrantes; y me da muchísimo dolor.
Defíname con un adjetivo calificativo a
los siguientes Papas: Benedicto XVI, Juan Pablo II y Francisco.
Benedicto XVI: Intelectual.
Juan Pablo II: Afable.
Francisco: Caritativo.
Si usted tuviera el poder de cambiar el
mundo… ¿Cual sería?
El poder de querernos más: que nos
quisiéramos y dialogáramos más. “El diálogo es la solución a todas las guerras.”
GONZALO OCAÑA
Y MANUEL ROBLEDILLO. 3º ESO A
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