Medicina regenerativa, el futuro de nuestra salud
Curación de
enfermedades sin necesidad de tratamiento. Solución fácil para traumatismos y
enfermedades degenerativas. Erradicación del problema de la escasez de donantes
de órganos. Fabricación de prótesis de forma natural y soluciones a trastornos
hereditarios.
Lo que hasta hace
unos años parecía inalcanzable, hoy es ya posible gracias a la medicina
regenerativa.
La medicina
regenerativa, también conocida como ingeniería de tejidos o terapia celular,
estrechamente ligada con la ingeniería genética, está actualmente en pleno
desarrollo, ya que se ha llegado a la conclusión de que podría ser la solución
a muchas y diferentes patologías.
Como bien indica su
nombre, esta rama de la bioingeniería, consiste en regenerar y “curar”
determinados tejidos, ya hayan sido afectados por alguna enfermedad o bien
estén en proceso de degeneración.
Aunque no es tan
simple como parece, ya se están dando resultados con diagnósticos positivos en
los primeros pacientes en probar esta forma de sanación.
Este tipo de
medicina consiste en la fabricación de tejido funcional que reemplace al
afectado a partir de una célula madre inducida.
Para entender este
proceso, hay que saber que solo tenemos células madre mientras somos embriones,
ya que posteriormente se especializan para llevar a cabo
su función, asignada por naturaleza. Esto quiere decir que todas y cada una de
las células que actualmente poseemos provienen de células madre. Aquí es donde
interviene la, ahora tan prestigiada, ingeniería genética, pues mediante
modificaciones en el ADN de cualquier célula, es posible inducirla, es decir,
revertir su proceso de especialización de forma que vuelva a ser una célula
madre.
Así, ya no sería tan
necesario guardar congelado nuestro cordón umbilical, donde podríamos encontrar
aún células madre.
Una vez obtenida esa
célula madre, es posible programarla. Sí, como un ordenador, aunque no tan
sencillo. La modificación genética permite ordenar a esa célula, que va a ser
implantada en algún lugar del organismo (trasplante de médula ósea), volver a
especializarse en la célula que se necesita, para que cumpla su función, bien sea
reemplazar un tejido dañado, o volver a hacer que un sistema funcione
correctamente.
El desarrollo y la evolución
que está sufriendo esta rama de la medicina, actualmente, es fascinante. Los
usos que tiene son muchos y variados.
Entre ellos cabe
destacar la inserción de un gen en una célula que bloquee o sustituya a otro
defectuoso o que, simplemente, no existe. Esto tendría como mayor finalidad, la
cura de enfermedades hereditarias, enfermedades adquiridas como el cáncer, o la
leucemia.
Otro uso iría
destinado al cultivo de órganos bio-artificiales en laboratorios, para
sustituir otros dañados o que no existen.
Una de las grandes
ventajas de la medicina regenerativa es que el porcentaje de rechazo al
implante disminuiría de forma considerable, ya que la célula pertenece al
propio organismo.
Solo el tiempo nos
demostrará con hechos hasta donde es capaz de llegar el desarrollo de este
campo de la medicina. A nosotros nos queda poner esperanzas en que un día esto
sea lo que nos cure y nos libre de las enfermedades malditas y, por desgracia,
comunes, como lo son el cáncer o el Alzheimer.
Pero, de momento,
hay que esperar.
Y si aún tenéis
curiosidad y queréis seguir profundizando en este tema, os dejo un par de
enlaces a otras páginas y artículos que podrían ser de interés:
Marta Cabrera Gutiérrez
Totalmente de acuerdo
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