Casa para personas sin hogar
El fin de semana pasado, varias
alumnas de Regina Mundi del grupo Bismillâh de Cáritas (más adelante
explicaremos el origen de este grupo) pudieron escuchar el testimonio de una
persona muy especial. Esta persona nos resumió su experiencia vital desde la “casa
de acogida de personas sin hogar” de la Fundación Madre de Dios. Nació en
Galicia donde tuvo una vida normal, una familia normal de padre militar e
incluso daba catequesis a jóvenes un día a la semana. A pesar de eso llevaba su
rutina como todos nosotros, de alguna fiesta en fin de semana, salir con
amigos, y de vez en cuando, alguna pasada por la ruleta o salón de juegos (algo
que muchos veréis normal, pero que como veremos, a la larga le causó un grave
problema).
Estaba a punto de casarse hasta que su adicción al casino lo echó todo por la borda. Su novia lo dejó y él estuvo unos años por la calle yendo de una casa de acogida a otra hasta que llegó a Mallorca dónde consiguió montar su propio restaurante. Se describe como un hombre trabajador y en tan sólo 10 años consiguió darle bastante prestigio al local. Había rehecho su vida totalmente, empezando de la nada, consiguió de nuevo tenerlo todo. Pero ese todo le vino grande y un tiempo después volvió a recaer en el juego, volviendo a perder todo en el año 2000.
Sin nada, fue buscando otra vez casas de acogida donde solo podía hospedarse durante unos cuatro días hasta que le pagaran el billete de autobús para el siguiente pueblo. Fue a terapia para dejar su adicción, donde le dieron técnicas muy buenas que estuvo siguiendo para no volver a caer. Así conoció a su mujer, con la que estuvo feliz durante unos maravillosos quince años según su relato. Trabajó en una imprenta hasta que la empresa quebró y le ofrecieron otro empleo en Barcelona donde, estando solo, volvió a recaer aunque esta vez online y se gastó hasta el dinero de préstamos que después le fue imposible devolver. Su mujer lo dejó después de esos quince años porque la situación la desbordó.
Ahora, se encuentra en esta casa,
donde a través de un programa, intenta reinsertarse en la sociedad y lo está
consiguiendo con méritos. Él, a pesar de todo, se encuentra feliz por estar
vivo y por haber vivido su vida, que aunque con fallos, considera que no ha
sido del todo mala ya que hay muchas personas que se encuentran en
circunstancias mucho peores y por ello, se considera privilegiado.
Laura Rodríguez
Cabrera
Lucía Herrera López
Ana Hoces García
2ºBTO
Comentarios
Publicar un comentario